“Mi aventura de ser docente”
Sin duda fue placentera la lectura de “la aventura de ser maestro”, coincido con el autor José Manuel Esteve, sobre la alegría y la libertad que nos ofrece nuestro trabajo, para transformar a los que tenemos cerca, no creo que exista otra profesión donde se permita ser uno mismo, reír, llorar, “hacer pensar y sentir”, a jóvenes en quienes nos vemos reflejados.
Me estimula la frase “Era su vida pensar y sentir y hacer pensar y sentir; lo interpreto en función de que como maestros, tenemos la obligación de formar alumnos reflexivos, críticos que cuestionen su realidad y al mismo tiempo busquen respuestas y nuevas soluciones. Me llama la atención que una forma de motivar a los alumnos es a través de plantearles preguntas generándoles inquietudes y obligándolos a pensar, y de esta forma lograr que lleguen a comprenderse a si mismos. Sin embargo me parece que el preguntar es un arte en el que irónicamente muchos maestros no sobresalimos (al menos yo)
Comparto las ideas que el autor señala sobre las dificultades que debemos sortear los maestros principalmente en lo que se refiere a la identidad profesional ya que dependiendo de la concepción del ideal de maestro que tengamos va a depender el cómo realicemos nuestro quehacer docente.
Me anima, el descubrir que comparto con otros profesores de mí grupo el gusto y orgullo por nuestra labor, que hemos crecido de igual manera y que todavía tenemos el deseo, a pesar de las dificultades de aspirar a ser: Maestros de humanidad, solo hay que creer en lo que hacemos.
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Margarita, buenas noches.
ResponderEliminarComentas algo muy importante al respecto de motivar a los alumnos, es bien cierto que se los cuestionas y haces que piensen, estos se involucran de una manera que son los menos que participan de forma expontanea, los más, si los diriges cuidadosamente empiezan a soltar la lengua y poco a poco sin precionar se va dando el cambio de actitud, esto es en veneficio del grupo y de cada uno de ellos que participa.
Bien.
Saludos
Margarita: algo que enriquece nuestro nivel es la diversidad de formación de los profesores, pocos procedemos de una formación normalista en su gran mayoría tienen formaciones en diferentes áreas, ingresaron en la docencia y continuan aquí. He comentado con algunos compeñeros que me apego a la noción de vocación como un constructo que realizamos los individuos a partir de nuestras potencialidades pero con realización en el medio, en este sentido, los años que llevamos de experiencia y los aprendizajes que adquirimos cotidianamento nos están permitiendo tener el apego por la docencia y disfrutarla, es decir, sentir que es nuestra vocación. Y creo que esto es lo que nos guía hacia el camino de ser docentes de humanidad. Gracias por invitarme a tu blog, estaré siempre al tanto.
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